Ayurveda


«Somos lo que comemos, lo que pensamos, lo que sentimos y lo que hacemos»

Es un nuevo paradigma en occidente que propone una perspectiva integral de la vida y la salud, como herramienta de auto-conocimiento, nos enseña a predecir, equilibrar y mejorar las interacciones cuerpo-mente-espíritu para vivir en Armonía y Plenitud

Cosmovisión

 El ayurveda entiende al ser humano como una combinación única y dinámica de principios vitales llamados doshas (Vata, Pitta y Kapha) en sus distintos niveles de sutileza, éstos determinan nuestra naturaleza y según su proporción marcan características únicas e individuales en los tres planos del Ser, traduciéndose en las conductas y fortalezas más frecuentes en la vida, así como las debilidades que llevan al desequilibrio, a la infelicidad y a la enfermedad

Concibe a la salud (Swasthya) como el “estar asentados en la propia esencia”, en lo que nos da identidad por lo que, como sistema holístico, no se enfoca en el tratamiento de la patología misma sino en la integralidad de la persona y atiende tanto las causas como los síntomas procurando no solo la curación sino la “sanación fundamental” donde la persona reduce el propio sentido de aislamiento y a través del auto-conocimiento se revela plena y en paz

– El Origen del Ayurveda se remonta a la India Védica, con una persistencia de más de 5000 años

– Es el primer sistema holístico que integra cuerpo, mente y espíritu

– Como ciencia ha sido reconocida por la OMS (1978) como Medicina Complementaria, se articula con la medicina tradicional aprovechando sus aportes y soluciones

– Se basa principalmente en el postulado de un abordaje terapéutico «individual»

– Como filosofía se basa en la Teoría de los 5 Elementos, en la Teoría de la TriDosha y en la tridimensionalidad de la existencia humana

Doshas

Por su carácter sutil, los doshas, varían constantemente de acuerdo al medio interno y externo lo que inicialmente puede causar desequilibrio y de perpetuarse se transforma en enfermedad. Cada dosha posee atributos propios y a la vez cumple una función específica en la totalidad La constitución mente-cuerpo normalmente se presenta como biotipo mixto: Vata-Pitta, Pitta-Kapha, Kapha-Vata, etc.  Teniendo en cuenta que éstos aluden a la integralidad del ser, una persona puede tener una constitución dóshica diferente para sus aspectos físico, mental y emocional.
Presentamos, a modo de ejemplo, algunas de las características más frecuentes para cada biotipo puro

Vata (éter-aire)Son personas delgadas, de constitución magra, fuerza escasa, generalmente toleran mal el frío, con piel fría y seca, tienen hábitos irregulares y cambiantes (sueño, apetito, actividad). Intelectualmente muy inquietos, ansiosos y creativos. Su salud es inestable con tendencia a la fatiga, las dispepsias, los dolores agudos generales (en especial: espalda y articulaciones), pueden presentar vértigo o mareos, ante los conflictos se muestran agitados, ansiosos, inseguros y temerosos

Pitta (fuego-agua) Su constitución corporal es mediana al igual que la fuerza y la resistencia física, son de intelecto agudo, muy organizados, activos y competitivos. No pueden saltearse las comidas, tienen buena digestión, no toleran el calor y por exposición al sol presentan reacciones cutáneas. Adoran los desafíos. Se irritan con facilidad, se vuelven extremadamente críticos y son muy «viscerales» en sus reacciones (ira, celos, enojos) Frecuentemente sufren de cefaleas o migrañas, alteraciones hepáticas y aceleración del tránsito intestinal (colon irritable, diarreas, etc)

Kapha (agua-tierra) Un individuo Kapha es de contextura robusta, armónica con cierta tendencia al sobrepeso y a la retención de líquidos, su apariencia es apacible y sus movimientos suelen ser lentos y armónico. Son amistosos, amables y difícilmente inicien una confrontación. Son estables, tranquilos, de gran fuerza y resistencia. Tienen buena salud pero muestran debilidad respiratoria (edemas, congestión). En desequilibrio se vuelven perezosos, faltos de motivación y dependientes

Pilares terapéuticos

Conociendo nuestra naturaleza podemos regular las cualidades presentes en el constructo cuerpo-mente de modo de acrecentar las energías vitales manejando los posibles desequilibrios y detectarlos en los estadios iniciales de la enfermedad sin padecer daños estructurales y/o irreversibles.  Para ello es imprescindible el auto-conocimiento y una visión integradora, que son las bases del Ayurveda como ciencia y de donde se desprenden los pilares terapéuticos Teniendo en cuenta que existe una estrecha interacción entre el universo y el individuo, cada experiencia, positiva o negativa, a nivel corporal tiene impacto a nivel mental-emocional y viceversa

Alimentación: adecuada a la constitución personal (según los atributos propios de cada alimento), que re-encause los eventuales desequilibrios, con características predominantemente sattvicas y holísticamente nutritiva para sostener y promover la dinámica natural. Utiliza el efecto terapéutico de los sabores y las especias.

Actividad física y rutinas diarias: dan las condiciones ambientales para que se cumplan los procesos. Organización de los patrones fisiológicos y conductuales.
Armonía mental: asegura a receptividad individual desde el punto de vista psico-físico para mantener el estado de equilibrio necesario que conserva o reestablece el estado de salud y posibilita la realización.